Slee, R. (2012). La escuela extraordinaria; Exclusión, escolarización y educación inclusiva. De la segregación a la integración y a la inclusión, y vuelta (una repetición política). pp. 159-177.
Por Carla Vargas S.
La educación inclusiva posee
propiedades únicas y complejas que se diferencian sustancialmente de conceptos
como el de integración, que se comprende una necesidad de incorporar a un
ajeno, a un diferente a un sistema establecido, se realizan desigualdades entre
sujetos, en cambio el fenómeno de la inclusión comprende la concepción de no realizar
estas diferenciaciones entre un supuesto ajeno y un sistema convencional.
En el concepto de integración, los niños
con discapacidades o dificultades en el aprendizaje requerían ser incorporados
al sistema formal, de manera de unificarlos con aquellos que no poseerían estas
dificultades. En la inclusión, se busca comprender estas dificultades como
propias de los sujetos, viendo la inclusión como beneficiosa en un sentido
cultural y social para la totalidad de la población. La educación inclusiva no se
enfoca en el concepto de necesidades especiales, sino en el de reforma y reestructuración
social.
Es debido a este carácter reformista
que radica la complejidad de la educación inclusiva, ya que las reformas necesarias para considerarla como una política educacional y social predominante en la sociedad contemplan diversos niveles sociales que van desde el alumnado hasta las políticas educativas actualmente existentes.
En el año 1990, 155 organizaciones
mundiales se reunieron en una convención auspiciada por la UNESCO, que se
enfocaba en las metas a lograr en el ámbito de la educación para el año 2000, entre
las que se encontraba la premisa de educación para todos. Posteriormente en el Congreso Mundial sobre Necesidades Especiales, la discusión se forma en torno a
la integración, por lo que el documento emitido tras su culminación ha generado gran controversia al centrarse en un concepto que a la actualidad está en cuestionamiento por su visión reduccionista.
Comentario Personal:
Si bien la concepción de educación inclusiva propone a la sociedad reformas que propicien la desestigmatización de aquellos que poseen capacidades educativas diferentes, lo que crearía una sociedad más inclusiva e incorporadora, con menos discriminación y exclusión, una reestructuración social profunda requiere no solo de políticas públicas que propicien y dirijan a la sociedad hacia esta reforma, sino también de la consciencia y la empatía de los sujetos en su cotidianidad.
Citas textuales:
“Para Bernstein, la inclusión es un derecho
fundamental y requisito para una educación democrática. Explica meticulosamente
las complejas propiedades de la inclusión…”
"la educación inclusiva requiere
que busquemos formas de entender la exclusión desde las perspectivas de quienes
son devaluados y convertidos en marginales o excedentes por la cultura
dominante de la escuela ordinaria”
"El reconocimiento de la
desventaja y la injusticia, seguido de la redistribución de recursos son
tácticas claves para reducir la exclusión".
"Distinguíamos la educación
inclusiva de la integración señalando que la primera es un proyecto de lucha
política y cambio cultural y la segunda,... no genera tensiones políticas, ni
cuestiona la cultura dominante".
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