domingo, 28 de septiembre de 2014

EVALUACIÓN EDUCATIVA PARA LA JUSTICIA SOCIAL

Murillo, J., Román, M. y Hernández, R. (2011). Evaluación educativa para la justicia social. Revista Iberoamericana de evaluación educativa, 4, 1, 7-23.
Por Carla Vargas

Síntesis:

Respecto a la evaluación en  la educación se puede decir que posee diversos fines y utilidades, por una parte está la medición y constatación de los logros que consiguió el evaluado, además de trazar lineamientos, metas y objetivos respecto a lo que se espera del proceso de enseñanza. Otra relevancia de la evaluación sería que mediante  esta se conseguiría la tan anhelada justicia, inclusión e igualdad social. Esto ocurriría ya que midiendo las necesidades, dificultades y fortalezas de cada estudiante se ofrecería una educación de calidad y democrática.

Con ello la educación sería el punto de partida hacia una sociedad inclusiva e igualitaria, estaría aportando a lograr justicia y transformación social. Un acceso igualitario a la educación de calidad formaría ciudadanos íntegros, reflexivos, con capacidades intelectuales eficaces a la sociedad actual.

Un concepto que posee un rol central en el texto es el de Justicia Social, el cual posee una connotación sumamente política y que es comprendido como un ideal alcanzable y que guarda relación con una sociedad mejor, justa, inclusiva, democrática, segura, etc.

Los autores consideran que para que esta se logre, deben existir tres condiciones, las cuales son la Distribución, el Reconocimiento y la Participación. 

El primer concepto se refiere a la distribución de recursos materiales y culturales, que involucra cuatro principios básicos que son la justicia igualitaria, que implica que cada persona reciba una parte de lo que se distribuye, la basada en las necesidades, que como es nombrada conlleva que cada persona reciba lo que necesita, la fundamentada en el mérito, que busca que cada persona reciba de acuerdo a sus contribuciones y la de acuerdo con la diferencia, que implica que quienes están en desventaja reciban más beneficios. 

El concepto de Reconocimiento busca que tanto minorías como mayorías (sexuales, raciales, culturales, etc.) sean respetadas, reconocidas y consideradas como igualitarias.

que las personas sean consultadas y respetadas cuerdo a sus contribuciiandiciones mitan mejorar la calidad de la educaci
El concepto de Participación implica que las personas sean consultadas y respetadas en la toma de decisiones que involucren aspectos de su vida, además de la posibilidad de participar en instancias sociales y culturales enriquecedoras para si.

Las bases de la Justicia Social (Distribución, Reconocimiento y Participación) son por ende las bases para una educación inclusiva e igualitaria, esto ya que mediante una educación de alta calidad y de justa distribución, que dedique recursos a quienes por falta de ellos en su entorno social o familiar requieran de mayores elementos para ser ciudadanos con las mismas capacidades y conocimientos a quienes poseen recursos, conseguiríamos la justicia social. De igual forma, el reconocimiento, el respeto y la valoración de las diferencias individuales o culturales, fomentaría una sociedad inclusiva al igual que la participación libre y sana.

A partir de la evidencia del rol de la evaluación en la educación en la consecución de la Justicia Social se hace obvia la necesidad de contar con mecanismos eficientes y coherentes con los principios mismos de la Justicia Social.

Para ello debemos partir de la premisa de que el fin de la educación es que los estudiantes aprendan, pero aquí entra en juego una condición cierta, que todos los estudiantes son diferentes y que por ende sus formas de aprender, no son iguales.
Por ende la evaluación debe considerar sus diferencias de sexo, lengua, capacidad y clases social, entre muchos otros factores.

En conclusión, la evaluación favorece la mejora de los índices de inclusión en la educación, contribuyendo a la creación de mecanismos para que todos logren desarrollarse según sus intereses, necesidades y capacidades.

La obtención de bajos resultados en las evaluaciones se pueden exigir regulaciones y modificaciones que permitan mejorar la calidad de la educación que finalmente se reflejaría en la mejora de los resultados.

Para la evaluación hay que considerar dos aspectos, primero las dimensiones implicadas en el desarrollo integral de las personas y segundo la interacción de estas dimensiones, ya que el objetivo de la evaluación es direccionar los programas y los actores involucrados en la enseñanza para lograr que esta sea una herramienta para la justicia social.

Finalmente los autores señalan 11 factores que son determinantes para determinar el grado de contribución de la educación para la consecución de una sociedad justa.

Los factores son:
1.      Verificar la universalidad e igualdad en el acceso a la educación.
2.     Dar cuenta de la heterogeneidad social y cultural de los estudiantes en escuelas y entre escuelas.
3.     Evaluar la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula.
4.     Informar respecto de las condiciones y recursos para aprender.
5.     Monitorear el respeto y ejercicio de derechos de los niños, niñas y jóvenes en la escuela.
6.     Evaluar la participación de estudiantes, las familias y comunidad en la escuela.
7.     Supervisar la eficiencia interna de las escuelas.
8.     Evaluar los resultados y desempeños académicos de los estudiantes a nivel integral.
9.     Valorar la actitud y el compromiso del profesorado por los estudiantes
10.     Evaluar el compromiso y las acciones de los directores y directoras
11.     Supervisar la gestión de los administradores, las redes y los apoyos externos a la escuela.

Breve comentario:

El texto es sumamente útil para apreciar la importancia y utilidad de la evaluación en la educación, sobre todo desde una mirada pocas veces considerada como lo es la evaluación como una herramienta para lograr la justicia social.
Se evidencia que la evaluación es un instrumento sumamente complejo de construcción ya que para ello es necesario considerar un gran numero de factores como lo son las diferencias individuales de los estudiantes.


Citas textuales:

“[…] ni todos los y las estudiantes son iguales, ni la forma que tienen de aprender.” (pp.14)

“[…] la evaluación que los acompañe y retroalimente en sus procesos y logros ha de considerar y reconocer la diversidad de los estudiantes en cultura, lengua materna, género, capacidad o clase social,  entre otros.” (pp.14)

“[…] una evaluación para la Justicia Social requiere (...) analizar y reflejar el (...) aprendizaje y desempeño de mujeres y hombres, con diferentes capacidades, pero iguales en derechos; (...) para así poder dar mayor relevancia y pertinencia a la educación que estos grupos y colectivos necesitan.” (pp.14)

“Hay dos aspectos a considerar en este desafío para la evaluación: por un lado, la necesaria consideración de todas las dimensiones implicadas en el desarrollo integral de los sujetos; y, por otro, su abordaje en tanto dimensiones completamente interrelacionadas, que se nutren y se construyen en un permanente diálogo. La evaluación tiene gran poder en orientar y presionar a los sistemas, escuelas y actores en función de aquello que será evaluado.” (pp.15)

Cómo poner en práctica las decisiones curriculares

Ferguson, D. y Jeanchild, L. (1999). Cómo poner en práctica las decisiones curriculares. En S. Stainback y W. Stainback: Aulas inclusivas: un nuevo modo de enfocar y vivir el currículo (pp. 179-194). Madrid: Narcea.

Por Carmen Paz Soto R.

Síntesis del texto

El texto plantea formas de entender la escolarización y la enseñanza de manera que permita la inclusión de todos los alumnos, independiente de sus diferencias y capacidades. Se presentan algunas orientaciones y estrategias para los maestros, quienes deben decidir qué y cómo enseñar, es decir, ejecutar las decisiones curriculares dentro de una amplia variedad de posibilidades, ya sea según el alumnado, los materiales o lugares disponibles, la forma de enseñanza y/o la organización de los grupos. Estos factores permiten el desarrollo de diversas interacciones y experiencias de aprendizaje individuales, entre compañeros y/o con profesores dentro de las escuelas.
Las propuestas que se plantean, se basan en la idea de que debe haber un proceso de enseñanza que incluya a todos los estudiantes, sin segregarlos según sus capacidades o discapacidades. Para que esto sea posible, la escuela debe generar los mismos resultados en todos los alumnos, donde la enseñanza se adecue según sus capacidades y que todo lo que aprendan sea útil para su inclusión en la sociedad y la participación activa como miembros de sus comunidades. Por otro lado, el proceso de enseñanza supone que todos los alumnos sean capaces de dar significado y sentido a lo que aprenden, que sean capaces de relacionarlo con sus conocimientos y experiencias anteriores, para así dar un sentido práctico a lo que se les enseña.
Aunque el proceso fundamental de enseñanza en cuanto a contenidos sea igual para todos, este se debe estructurar de forma diferente según las necesidades o el estilo de aprendizaje de cada alumno, que varía con el tiempo y según la tarea que deban realizar. Los maestros deben adaptar constantemente sus estrategias de enseñanza a la diversidad de alumnos y en los distintos momentos de su experiencia de aprendizaje.
Otro aspecto relevante en que la enseñanza debe ser diferenciada es en el proyecto curricular para cada alumno. Algunos adquirirán prácticamente toda la información y destrezas contenidas en el currículo fácilmente, otros en cambio, requerirán adaptaciones curriculares para conseguir los objetivos de participación e inclusión social de la enseñanza, mayor tiempo para aprender, otros tipos de apoyo y un mayor esfuerzo y trabajo para obtenerlo. Los maestros también se encontraran con algunos alumnos en que sus capacidades y carencias les impedirán aprender como los otros, por lo que tendrán que buscar formulas creativas para adaptar el currículo y poder satisfacer sus necesidades educativas, y así logren participar activamente en la vida dentro y fuera de la escuela.
Posteriormente, se plantean algunas reglas para estructurar las diferencias de los alumnos, poniendo en práctica el currículo en grupos heterogéneos, también se dan trucos para que éstas reglas resulten más eficaces. La primera regla consiste en maximizar la variedad de alumnos, no sólo por un mero agrupamiento por proximidad física, sino que implica la forma de organizar a los grupos, es decir, a qué alumnos agrupar (según género, etnia, rendimiento, habilidades de comunicación, integración social, capacidades en cuanto a una tarea, etc.) y la planificación de sus experiencias de aprendizaje (tanto de manera aislada como en relación a sus pares).
La segunda regla consiste en maximizar la interdependencia positiva, esto se produce luego de organizar las experiencias de aprendizaje de los alumnos de manera que se promuevan sus habilidades para asimilar contenidos, trabajar juntos estableciendo relaciones de reciprocidad, adquieran un sentido de experiencia compartida, aprecien la diversidad humana, desarrollen habilidades de cooperación aprendiendo a depender unos de otros para conseguir objetivos comunes y ayudarse mutuamente.
La tercera regla consiste en maximizar los logros individuales, capacitando a los alumnos para que dominen los contenidos de la enseñanza, adquieran competencias en distintas dimensiones para participar activamente en la vida extraescolar. Para esto, se deben apreciar y recompensar los rendimientos individuales y grupales, estimular el apoyo mutuo y también evaluar y supervisar los avances/errores de su enseñanza.
Se concluye que las diferencias entre los alumnos son necesarias para los estudiantes y maestros, ya que permite a las escuelas incluir a todos los alumnos, reforzando el aprendizaje de cada alumno según sus necesidades a causa de sus diferencias y no a pesar de estas.

Comentario Personal

Parece ser fundamental dejar atrás la perspectiva de enseñanza que da por supuesto que algunos alumnos para aprender deban ir a escuelas especiales y separadas del resto de los alumnos “normales”. Lo que bien se sabe sólo ha traído como resultado la estigmatización, aislamiento y segregación de estos alumnos.
Si se parte de la base que los objetivos de la escolarización y la enseñanza son iguales para todos los alumnos, la inclusión sería factible y deseable para el desarrollo de escuelas con una gran riqueza en su diversidad de formas y estilos de aprendizaje para grupos heterogéneos. Sería un lugar fundamental para el trabajo cooperativo entre compañeros y maestros, donde se progrese hacia los mismos resultados por las vías que sean más adecuadas para cada alumno. De esta forma, todos podrían aprender, desarrollarse y ser partícipes activos de la cultura en que vivimos.

Citas Textuales

“El resultado real de la escolarización para todos los alumnos es muy sencillo: todo lo que aprendan debe servirles para ser miembros activos de sus comunidades respectivas” (Ferguson & Jeanchild, 1999, pp. 181).

“Aprender supone, para todos los alumnos, determinar el significado de lo que se aprende y cómo se relaciona con sus conocimientos y experiencias anteriores” (pp. 184).

“El fin supremo de la enseñanza en un grupo heterogéneo consiste en utilizar las diferencias entre los alumnos para reforzar el aprendizaje de cada uno dentro del grupo”  (pp.191).


“Los contenidos críticos de la enseñanza son los mismos para todos los alumnos, aunque puedan utilizarse de distintas maneras para acomodarlos a las diferentes necesidades y estilos de aprendizajes” (pp. 193).

Aulas en Movimiento

Ainscow, M.  (2001). Aulas en movimiento. En M. Ainscow,  Desarrollo de Escuelas inclusivas (pp. 83-107). Madrid, Narcea Ediciones. 

Por Andrea Ahumada. 
Síntesis del texto: 

El texto de Ainscow, M.  aborda las temáticas sobre el Aprendizaje y las formas de enseñanza  iniciando con el reconocimiento de las nuevas generaciones de estudiantes, los estímulos a los que constantemente se encuentran expuestos y el consecuente bagaje de conocimientos con los que cuentan antes de llegar al aula. Ante esto, plantea el desafío que tienen  los profesores para buscar nuevas formas de responder ante la diversidad  ya que éstos  tienen las herramientas necesarias para enseñar pero muchas veces no saben cómo emplearlas. Lo que se debe hacer, en palabras del autor, es  buscar estrategias para ocupar los conocimientos que los propios estudiantes poseen.

A través de relatos de observaciones en aula, Ainscow  va ejemplificando diferentes formas de enseñar que poseen algunos profesores, con apoyo de ayudantes, trabajando en grupos, estimulando el diálogo y la participación, entre otros, así como identifica los errores en los que algunos incurren. Plantea que cuando la integración depende de la implementación de prácticas  provenientes de la educación espacial es muy probable que se den dificultades pues, entre otras cosas, tienden a  favorecer el desarrollo de nuevas formas de segregación.

Para adoptar un enfoque realmente inclusivo lo que se propone es personalizar  el aprendizaje y no individualizar la lección; planificar las clases de manera tal que se incluya al alumnado completo y no hacer diferenciaciones con los niños que posean capacidades diferentes. Los profesores que trabajan desde este enfoque tienen en consideración una serie de factores interconectados como lo son la materia a tratar, la edad y experiencia de los estudiantes, las condiciones ambientales dentro de la sala de clases, así como también los materiales disponibles. Sin embargo, esta perspectiva puede verse limitada por el modo subjetivo –e improvisado- de organizarla. El profesor se ve limitado al repertorio de posibilidades que le sugieren sus experiencias previas y muchas veces las decisiones más significativas son tomadas durante el transcurso de la clase. El autor reflexiona que la enseñanza en realidad no es previsible, en cada clase pueden surgir “sorpresas” que hagan al profesor tener que afrontarlas con improvisación, situación a la que él llama “planificación en la acción” en donde los profesores aprenden a crear ambientes de clase que sean más eficaces a a hora de responder a los alumnos. Susan Hart (1996) plantea  un enfoque llamado “Pensamiento innovador”  como una forma de generar nuevas ideas en apoyo del aprendizaje de los niños basados en el establecimiento de conexiones, contradicciones, adopción del punto de vista del niño, calibración del impacto emocional y la suspensión del juicio.

A través del relato de una experiencia de observación en aula, el autor refleja cómo el pensamiento de las NEE ha sido introducido en las personas: una profesora capaz de mantener la atención y la participación de los estudiantes a través de la variedad de contenidos y materias, consideraba como “su gran fracaso” el que uno de los niños presentara dificultades. El marco de las NEE lo que ha creado son obstáculos  al obligar a las escuelas a adoptarlo, la preocupación por la respuesta individualizada desvió la atención de la creación de estrategias que pudieran llegar a todos los alumnos de una clase. Finalmente, lo que hace este marco de NEE es exagerar las diferencias entre estos alumnos “clasificados” y el resto.

Para finalizar el escrito, el autor hace referencia hacia las prácticas de los profesores para mejorar su desempeño docente. Ainscow plantea que existen pocas instancias en las que los docentes se detengan a evaluar tanto sus prácticas como las de sus colegas para así, por ejemplo, poder detectar errores y mejorar las clases, pues la observación directa permitiría una articulación entre lo que se desearía desarrollar en el aula y lo que realmente se está llevando a cabo. De esta forma propone como ejemplo la grabación de las clases como medio de auto y co-evaluación de las clases para vislumbrar elementos de la práctica docente que de otra forma pasarían desapercibidos, así como también contribuiría a la eliminación –o cuando menos al cuestionamiento- de ciertos prejuicios frente a determinados grupos de alumnos.

Comentario Personal:  

A través de la presentación y comparación de distintas experiencias de aula, el capítulo presenta una aproximación práctica hacia una educación más inclusiva. La demostración de prácticas concretas de este paradigma permite vislumbrar más allá de lo teórico de qué manera sería –o es- posible una educación de carácter verdaderamente inclusivo. 

Citas: 

“[…] los alumnos actuales son exigentes y críticos y, sin duda, aportan al aula unas experiencias e ideas que pueden constituir fundamentos importantes sobre los que planificar las clases.” (Ainscow, 2001, pp.83).

“El ´problema está en que las personas que trabajan en la mayoría de las escuelas saben mas de lo que utilizan. Así, la tarea de hacer avanzar las cosas consiste  más bien en hallar el modo de hacer un uso mejor de los conocimientos y destrezas que ya se poseen” (pp.86).

“Parece que la educación especial puede ser, a veces, una forma de ocultar la discriminación contra ciertos grupos de alumnos tras una denominación aparentemente benigna y, de ese modo, justificar su bajo rendimiento y, en consecuencia, su necesidad de un medio educativo separado.” (pp. 94)

“Estoy convencido de que el apoyo de niño a niño constituye un recurso infrautilizado que puede movilizarse para superar los obstáculos a la participación en las clases y contribuir a mejorar las oportunidades de aprendizaje de todos los miembros de la clase. Conviene señala que los recursos esenciales para que esto se produzca están presentes en cualquier aula. De hecho, cuanto mayor sea el aula, más recursos potenciales habrá. El factor clave es la capacidad del maestro o profesor para movilizar esta energía en gran medida desaprovechada.” (pp.103)

“A través de las  experiencias compartidas pueden ayudarse mutuamente a articular lo que hacen y definir lo que les gustaría hacer. Es también un medio para someter a crítica los supuestos incuestionados acerca de determinados grupos de alumnos.” (pp.105)

lunes, 15 de septiembre de 2014

"Los derechos son inalienables desde el nacimiento, incluso antes, pero el tiempo que tarda el ser humano en entenderlo y exigirlo es relativo, algunos nunca lo logran. La ausencia de educación o la mala educación, segregan. Una persona educada sabrá exigir sus derechos, sin transgredir los de los otros, pero una persona educada tampoco sale de un árbol, dependerá de la educación que le dan primeramente sus padres y familiares y luego la escuela."



Extraído desde Psicología Infantil (Facebook)

lunes, 8 de septiembre de 2014

La diferencia y la diversidad enriquecen nuestros espacios educativos :)


La escuela ordinaria ha de dar cobertura a la amplia diversidad, pues todos tienen el mismo derecho a una adecuada educación y a poder desarrollarse plenamente. Actualmente faltan recursos y en gran medida es por eso que el tipo de educación que recibimos no nos enseña a respetar y comprender la diferencia.

Un niño con alguna dificultad para comunicarse, primero que nada es niño y querrá estar con otros niños y así le será posible nutrirse también con las experiencias de sus pares.

Pero cada niño es distinto y  sería un error que estuviera en un colegio ordinario sin que se le diera la atención que necesita, como que estuviera en un colegio únicamente para niños con distintos tipos de dificultad comunicativa, en ambos casos le haría falta algo, la enriquecedora vivencia de un mundo diverso.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Primer Simce niños con discapacidades auditivas

Si bien las pruebas de medición de aprendizajes formales como el Simce y la PSU son ampliamente cuestionados por los educadores, investigadores y parte de la sociedad en general, un avance respecto a la inclusión de estudiantes con discapacidades visuales y auditivas se observó en las políticas educacionales con la reciente incorporación de estos niños a la rendición de el Simce de Lenguaje y Matemáticas, lo que de acuerdo al testimonio emitido en el presente vídeo serviría para recopilar información respecto al proceso académico que viven estos estudiantes en sus establecimientos.

Aunque estas pruebas no reflejen todas las capacidades y potencialidades de estos niños, el hecho de incorporarlos a estos sistemas de mediciones en sí, es un acto que podría avanzar hacia la inclusión ¿Qué les parece a ustedes?. Si bien son consideradas las dificultades sensoriales que poseen, también se consideran sus capacidades intelectuales y los conocimientos que han adquirido durante su enseñanza escolar.

Les dejamos el link y esperamos sus comentarios, 
Saludos a quienes nos visitan :)